13.3.09

Viva México! ... pero no siempre!

Toqué el timbre... Ding, dong!
Buzzz... y abro la puerta.
Me recibe un joven, que por su acento no me pareció mexicano.
Le dije: ¨Vengo a registrarme al Consulado¨
y me contesta: ¨¿Tiene cita?¨
Replico: ¨¿Tenía que hacer cita?"
contesta: "sí, pero déjeme ver"
Me pasa a la sala de espera, mientras se va a preguntar... supongo que al/la Cónsul.
La sala de espera es la biblioteca. Un salón más o menos grande, con libros más viejos que Matusalén. Al final del salón, un ventanal enorme que da a un jardín grandísimo y precioso.
A mi espera, unos escasos 5 minutos, me puse a explorar los libros, y fue agradable encontrarme libros de autores que utilizaba en la unviersidad.
Por el olor, el acomodo de los libros, y el polvo, me dió la impresión que la biblioteca no se utilizaba, o sólo como sala de espera, y que los libros rara vez eran consultados, eran más bien, como parte de la decoración.
El jóven con acento no-mexicano regresa y dice: "La página web del Consulado está en construcción. Apúnteme su email y le mandamos un email para notificarle que la página web ya está funcionando para que se registre ahí" mientras me extendía un Post-It para anotar mis datos.
Le dije: "Si ya estoy aquí, podría tomar mis datos para poder registrarme" lo que es lo más lógico.
Pero el jóven contesta: "Es mejor por internet. Pero hasta que esté funcionando"
Me pregunté "y entonces, para qué me preguntó si tenía cita? Si no están registrando a nadie, más que por internet".
Le pregunté si había eventos que organizara la Embajada, y me dijo "Estaba en el Newsletter mensual"
Le pedí si me podía dar uno.
Me contesta: "Están en la página web. Cuando funcione aparecerán ahí".
Me quedé conmocionada.
Mientras me acompañaba a la puerta para despedirme, llegó el Embajador con su comitiva, por lo cual la atención fue desviada para recibir y saludar a su Excelencia.
Dí las gracias, aunque no había por qué darlas, si en realidad no hicieron nada por mi.

Me sentí un fantasma. Ignorada -como en otras ocasiones en las representaciones mexicanas en el extranjero- no fui atendida.
Al llegar al trabajo envié un email al Consulado con copia a la Embajada, narrando lo acontecido, y solicitando se me registrara, por lo cual, anexé la información necesaria para ser registrada debidamente, y pedí se acusara recibo a mi solicitud de registro.
Han pasado dos meses y no he tenido respuesta.

Lo cual me enoja mucho más, pues se están violando mis garantías constitucionales (Art. 8).

La falta de atención en el Consulado de NY se justificaba por el cúmulo de trabajo y de paisanos que diariamente hacen cola desde tempranas horas de la mañana -o incluso duermen ahí- para llevar a cabo los trámites que necesitan.
La falta de atención en el Consulado de Madrid ha sido simplemente una arrogancia y malinchismo estúpido.
Por el contrario, no puedo decir lo mismo respecto al Consulado de Londres, donde me atendieron debidamente, y aunque ya no vivo ahí, sigo recibiendo el Newsletter de actividades bimestral.

Supongo que como expatriado a veces uno es como un fantasma...

2 comments:

Mariano F said...

eso, ¡viva México!, pero no el de los funcionarios consulares... parece, que son seleccionados de alguna manera. Excelente entrada.

a said...

buff, vaya crónica... diría Pàmies: "debería caérseles la cara de vergüenza" (pero seguro que no).
grrr...